Los agricultores valencianos están indefensos ante la plaga del cotonet de Sudáfrica. La zona norte de Valencia y la sur de Castellón sufren desde hace una década esta plaga que produce sobrecostes en la producción y pérdidas por la fruta, que queda sin valor comercial.
La Unión Europea tiene prohibido utilizar metil-clorpirifos, lo más eficaz contra la plaga. Italia solicitó su uso excepcional y lo está haciendo. España lo ha descartado excepto en una pequeña zona muy afectada. El perjuicio económico directo del cotonet fue de 34 millones de euros, ahora ya las estimaciones se disparan a los 200 millones y los costes de producción se incrementan en un 55%. Una ruina del sector citrícola y una herida sangrante en la idiosincrasia de lo valenciano, nuestra taronja.
El Gobierno nacional y autonómico deben actuar. Primero, no seguir negando ayudas al sector. Segundo, fijar más controles fitosanitarios a las importaciones (en 6 meses entraron en la UE un millón de toneladas de cítricos, el 29% de Sudáfrica). Tercero, más inversión y financiación en investigación como se hizo con la planta de cría de parasitoides y microorganismos para la lucha biológica.
Hay que actuar con inmediatez y exigencia máxima para detener esta plaga que no deja de crecer y que puede extenderse a otros frutos como el mango y el aguacate. La Conselleria de Agricultura tiene una ocasión única para demostrar que defiende el sector citrícola valenciano en Europa, con ayudas y luchando contra la plaga después de 10 años perdidos.
Señores del Botànic, demuestren ese valencianismo del que presumen, aunque el refranero les retrata: «dime de qué presumes y te diré de qué careces». En la batalla contra el cotonet estamos todos y a ustedes, señores del Botànic, les estamos esperando desde hace seis años.
Eduardo del Pozo | Diputado de Ciudadanos por Castellón en Les Corts Valencianes.
Fuente: El Periódico Mediterráneo.
